En la primavera de 2015, mientras el sol sale sobre nuestras plantaciones, las curvas de nuestro proyecto alcanzan la madurez.

Los campos teñidos del azul de la lavanda, el blanco de la camomila romana y el amarillo del elicriso, así como la fragancia que desprenden todas estas flores, son asombrosos.
Tenemos ante nosotros los elementos fundamentales de lo que nos permitirá por un lado reubicar la producción de nuestra materia prima junto a nuestro punto de almacenamiento –y de este modo acortar la cadena de producción–, y de otro lado (y sobre todo) reactivar todo un sector geográfico y una economía local.

La creación de un sector de actividad de plantas medicinales en Gascogne (Suroeste de Francia) es un proyecto que se inscribe dentro de la lógica continuación de nuestro desarrollo y de nuestra ética.
Así es como vio la luz en la primavera de 2015, la destilería «Essences de Gascogne», filial del Laboratorio ALTHO.